miércoles, 11 de julio de 2007

Estoy triste

Mi gato me acompaña, sus legañas de invierno me preocupan. Tú eres un gato lindo, eres mi gato. Dime querido gatito ¿quien es el dueño de quien?



Estoy triste, a veces si, otras no. Ya no pienso en si me quieres, porque me doy cuenta que nos queremos demasiado. Me doy cuenta, al fin, que te quiero bien y solo a ti. Debe ser por ese silencio cuando miro directamente a tus ojos. Debe ser porque ese día, nuestro pasado ultimo día, comías despacio un lomo saltado gris y yo solo ansiaba poder acariciar las tres arrugas que adornan el final de tus ojos chiquitos. Como te quiero cuando sin querer me haces reír, cuando juegas conmigo al chico-serio, al tipo relajado, al niño risueño. Kanga, Kanga. Notitas musicales y un juego que solo tú has jugado cuando niño y solo tú entenderás al leer estas líneas de ambulatoria tristeza. Ahora que te quiero más me parece estupido empezar a dejar de quererte para entrar en un proceso ilógico de desenamoramiento por conveniencia de ambas partes, para que yo sea libre, para que tú no sientas culpa. No quieres ser el centro de atención, yo quiero que me escuches. Kanga Kanga, notitas musicales sobre tu espalda. ¿Recuerdas? Yo stone, tu stone. Yo en tu espalda, tu queriendo masajes. Yo cantando una tonada imaginaria, tú al fin escuchándome.

Mis manitos estan medio llenas de todo eso que no quieres darme. Llénalas más, pero no separes mis dedos. Mira que hago puñito.

No hay comentarios.: