sábado, 18 de noviembre de 2006

Descripción

Un dedo recorre el camino azul de tu vena
me distancio con nuevas perversiones.
Tu puta favorita va gastando su esquina.

Sol

Soplo las hojas de un árbol
Mientras
Lloro tu nombre

La vida es una estafa
Si tu entrega
Sentencia dejarme

La luz de los niños
Implica tu boca

No me cansaré nunca
De caer tan victima
Y tuya

Alma morada
Átame de sanación
Y
Calma

Sol

Dios de mis ansias

Color

La tarde pinta con sol caliente tu dormitorio
¿Qué no cabe más? ¡Basta!
La coincidencia me regala la canción para desnudarme.
Acaríciame, sonrío y rio.
Río en toda tu piel dorada. Lloro. Me siento inocente.
Entregar mi deseo a tu boca basta para saciarnos. (cambiar)

La puta enamorada

Yo me vendo por uno de sus besos en el momento preciso en que ofrezco el monumento tibio de mis piernas abiertas.
Construcción que te conmueve.
Y espero…
Por el rayo de ternura que desprende tu cuerpo en un beso.
Avergonzada toco con un dedo frio cada lunar de tu pecho.
Con ojos de perro sentenciado dibujo líneas en tu rostro.
Soy Yo. La puta herida.
La puta sensible.

martes, 5 de setiembre de 2006

lunes, 4 de setiembre de 2006

Ecuador

un lunar divide la ciencia
ecuador y tu
un lunar de divisiones
oscuridad
claridad
ecuador y tu

norte:
mi corazón un escupitajo
todos los miedos
tus negaciones

sur:
tamarindo
tu olor marino
su sabor salado

la curva inmensa de mi vientre
ecuador y tu son dueños
la isla mas remota
el camino mas ardiente

este y oeste:
un dibujo antiguo
un libro apolillado
todo en amarillo


ecuador, tu y yo
la comida de los gatos
un ronroneo exacto
las notas altas de tus manos
mis ojos salen volando
ecuador alrededor del mundo
al re de dor

Dímelo todo ahora
dime cuanto me odias
porque buscare cualquier excusa para hacer de mi ritual de silencios
una noche en ti

lunes, 28 de agosto de 2006

Pelusas de gato va para los recuerdos esporádicos que ocasionan risas incontenibles a vista y paciencia de todos mientras estoy en la cola del banco. Esas horas irreparables deberían ser pagadas en cuantiosos minutos hasta convertir el día en 28 horas, talvez más, nunca menos.