domingo, 17 de febrero de 2008

Lluvia
















"¿pies pequeños a donde vas? No huyas mas..."(L.A.Spinetta)


La medida de sangre no existe. El polvo y saliva de tu cuerpo dibujan un contorno
que altera tu forma perfecta de felino inalcanzable. Interpreto mil gestos de horror, cantando insultos y maldiciones. Muerte por odio. Por destrozos. Por ira. Por rencor. Muerte por acortar tu camino, brincaste con esa patita que perdio un dedo hace años antes de conocernos. Brincaste sin uñas y un colmillo apriciono tu pulmon. NO dibujes esa mancha negra en tu piel. Sangre muerta. No existe una medida para la sangre perdida, la leche derramada. Tu muerte absurda.
A mordiscos saliste de esta inutilidad que es mi vida. Te vas llevando lo poco de credulidad, inocencia y fantasia que me habitaba en la madrugada. No mas sueños, de ti, de mi, durmiendo los otoños en una cama inmensa, blanca, blandita. No más mi lluvia.

La vida es miseria. Podredumbre. La vida es un odio enraizado.