Pelusas de gato va para los recuerdos esporádicos que ocasionan risas incontenibles a vista y paciencia de todos mientras estoy en la cola del banco. Esas horas irreparables deberían ser pagadas en cuantiosos minutos hasta convertir el día en 28 horas, talvez más, nunca menos.
lunes, 28 de agosto de 2006
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